En 2004 la banda Green Day presentó su álbum más emblemático: American Idiot, que lucía una portada provocativa (una mano blanca agarrando una granada ensangrentada en forma de corazón) e incluía temas que definieron a la nueva generación Y, como Jesus of Suburbia, Boulevard of Broken Dreams o Wake Me Up When September Ends. Se podría decir que el disco fue el equivalente de Joshua Tree, de U2, para el grupo liderado por Billie Joe Armstrong, y terminó siendo catalogado por diversos medios como uno de los mejores de la década. Pocos años después, el director teatral Michael Mayer (ganador del premio Tony por Spring Awakening) le propuso al compositor y cantante una versión escénica de este álbum conceptual, con una narrativa que ligara sus canciones. El resultado, también titulado American Idiot, se estrenó en Broadway en 2010 -tras unas sesiones previas, en 2009, en Berkeley- y ahora llega a Los Ángeles como parte de su gira nacional. Ganador de dos premios Tony (Mejor Diseño Escénico y Mejor Iluminación en un Muiscal) y merecedor de un Grammy al Mejor Álbum de un Musical, American Idiot se define por una energía incesante, desplegada en un único decorado que saca partido de cada uno de sus elementos, mientras se narra la historia de tres amigos inseparables: Johnny, Will y Tunny. Los tres residen en la ficticia localidad de Jingletown, USA, donde nunca nada sucede... hasta que la novia de Will queda embarazada, Tunny se enlista en el ejército y Johnny se convierte en un drogadicto. La compañía que representa American Idiot a partir de hoy en el Ahmanson Theatre incluye a Van Hughes en el papel de Johnny (el actor ya lo encarnó en Broadway) y Jake Epstein como Will. Este, canadiense de origen y que ha actuado en musicales como Billy Elliot y Spring Awakening, comentó a ¡holaLA! que algo que destaca de American Idiot es el tipo de público que la va a ver. "Nunca he hecho un musical con una audiencia tan ecléctica. Creo que es, primero, por Green Day, y también porque es como un concierto de rock", explicó vía telefónica desde Denver. "Pero al mismo tiempo hay un equipo creativo detrás del él muy importante, que atrae al aficionado al teatro, que quiere ver algo nuevo e interesante". Si bien Coyle, que actuó durante seis años en la serie Degrassi: The Next Generation, define la obra como "un musical de Broadway", al mismo tiempo asegura que "rompe con las reglas de lo que debe ser un musical de Broadway".
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